(publicado 11 mayo 2012)
Tal vez Guardiola sea el líder público con una irrupción más fulgurante y más impactante, por lo que representa deportivamente, que haya aparecido en los últimos tiempos. Intentaremos analizar las claves de Guardiola como líder.
Lo primero que llama la atención es que Guardiola escogió ser un líder, pero no sólo un líder sino que su apuesta fue ser el mejor líder para el mejor equipo. Esta actitud proactiva, de querer asumir su papel de líder es el primer paso para poder desarrollar el liderazgo de manera eficaz. Hay muchos líderes que lo son porque les toca o porque no tienen más remedio; Guardiola no. Él decidió ser un gran líder.
Todo gran líder tiene que tener y demostrar una gran personalidad a la hora de tomar decisiones y de asumir sus consecuencias. Hace muchos años en una entrevista que le hizo José María García, le preguntó “Pep, ¿Para cuando don José?” a lo que Guardiola le vino a responder algo así como “nunca”. Esta respuesta refleja su carácter, su capacidad de ser fiel a sus ideas, seguir siendo Pep, sin embargo tiene otra característica que le define su gran flexibilidad a la hora de corregir y de asumir errores. Guardiola es percibido por los demás, tanto sus jugadores, club, medios de comunicación… como una persona honesta, fiel y leal lo que le dota de gran credibilidad para sus colaboradores.
Todo gran líder está involucrado en un cambio y es capaz de asumir éste como un gran reto. Guardiola lo ha hecho. Lidera para lograr un cambio, tanto en las estructuras (la visión del club) como en las estrategias para lograr objetivos. Es capaz de mejorar lo que estaba bien y de aportar mejoras donde no las había.
Los buenos líderes gozan de un amplio repertorio de habilidades sociales que les permiten relacionarse eficazmente con su equipo. Tiene la capacidad de comunicarse, de escuchar y de influir sobre los demás; así se consigue el compromiso del equipo.
Los grandes líderes saben de lo que hablan, tienen grandes concocimientos de su trabajo y además, con capaces de reunirse de colaboradores que ayuden a pulir sus debilidades; por lo que pueden dedicarse a potenciar más sus puntos fuertes.
El espíritu ganador que tiene y que transmite a su equipo refleja una clara orientación a los resultados. Guardiola es capaz de convertir sus ideas en acciones, aporta energía al grupo y busca tanto su mejora continua como la de su equipo.
Se me ocurren dos consecuencias claras de este liderazgo, ambas inciden en el éxito del grupo: la motivación y la formación.
Guardiola ha sido capaz de formar a sus jugadores, de hacerlos mejores, de comprometerlos con una ideas y unos valores. Consigue desarrollar más sus fortalezas y además, consigue un estilo de trabajo en el que las debilidades de uno quedan cubiertas por las fortalezas de los demás, por lo que estas debilidades pasan desapercibidas.
Guardiola es un gran motivador, consigue alterar las emociones de sus jugadores, la motivación es un estado emocional y él sabe como llegarles a las tripas para provocar siempre un poco más de esfuerzo, de compromiso. Sus videos antes de los partidos son famosos. Me gustaría comentar algo del último que proyectó. Es un video elaborado por Informe Robinson (http://www.as.com/mas-deporte/video/informe-robinson-vida-entregada-montana/dasmas/20100228dasdasmas_2/Ves) que narra el rescate de un montañero español en el Anapurna. En él surgen valores como la solidaridad, compromiso, esfuerzo, compañerismo, sacrificio, amistad, trabajo, equipo, unión… valores que a todos nos gustaría tener en nuestros equipos. Una cosa más de este video que refleja el carácter de Guardiola. Antes de proyectarlo, habló con los familiares del montañero para explicarles lo que quería hacer y pedirles su autorización.
Por todo esto y alguna cosa, más, Guardiola es un lider excelente.