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30 palabras para la madurez

Aquilino Lousa • 25 de abril de 2020

Lectura para reflexionar

Antes de la proliferación de los libros de auto ayuda, en muchos casos variaciones con repetición sobre lo mismo, José Antonio García Monge, nos dejó un libro, en el que en poco más de 250 páginas, nos invita a la reflexión sobre nuestra vida y nuestra madurez.
Este autor propone que la persona madura es aquella capaz de desarrollar una serie de actitudes que expones, con maestría, a modo de 30 palabras claves. 
Cada lector se verá identificado con alguna de ellas, excluiría aquellas que no comparte y añadiría otras muchas. La intención del autor no es presentar la verdad sobre la madurez, es simplemente provocar la reflexión en el autor sobre como vivimos el proceso de convertirnos en persona.
Esta obra es, bajo nuestro punto de vista, un libro de fácil lectura que debe leerse en no menos de 30 días (un día por página) y que nos estimulará intelectual emocionalmente.
Nuestro agradecimiento al autor por este regalo, que publicado en 1997, sigue todavía vigente.
JOSÉ ANTONIO GARCÍA-MONGE: “Treinta palabras para la madurez”. Ed Desclee de Brouwer.  
Por Aquilino Lousa 25 de abril de 2020
EL LIDERAZGO DE GUARDIOLA (publicado 11 mayo 2012) Tal vez Guardiola sea el líder público con una irrupción más fulgurante y más impactante, por lo que representa deportivamente, que haya aparecido en los últimos tiempos. Intentaremos analizar las claves de Guardiola como líder. Lo primero que llama la atención es que Guardiola escogió ser un líder, pero no sólo un líder sino que su apuesta fue ser el mejor líder para el mejor equipo. Esta actitud proactiva, de querer asumir su papel de líder es el primer paso para poder desarrollar el liderazgo de manera eficaz. Hay muchos líderes que lo son porque les toca o porque no tienen más remedio; Guardiola no. Él decidió ser un gran líder. Todo gran líder tiene que tener y demostrar una gran personalidad a la hora de tomar decisiones y de asumir sus consecuencias. Hace muchos años en una entrevista que le hizo José María García, le preguntó “Pep, ¿Para cuando don José?” a lo que Guardiola le vino a responder algo así como “nunca”. Esta respuesta refleja su carácter, su capacidad de ser fiel a sus ideas, seguir siendo Pep, sin embargo tiene otra característica que le define su gran flexibilidad a la hora de corregir y de asumir errores. Guardiola es percibido por los demás, tanto sus jugadores, club, medios de comunicación… como una persona honesta, fiel y leal lo que le dota de gran credibilidad para sus colaboradores. Todo gran líder está involucrado en un cambio y es capaz de asumir éste como un gran reto. Guardiola lo ha hecho. Lidera para lograr un cambio, tanto en las estructuras (la visión del club) como en las estrategias para lograr objetivos. Es capaz de mejorar lo que estaba bien y de aportar mejoras donde no las había. Los buenos líderes gozan de un amplio repertorio de habilidades sociales que les permiten relacionarse eficazmente con su equipo. Tiene la capacidad de comunicarse, de escuchar y de influir sobre los demás; así se consigue el compromiso del equipo. Los grandes líderes saben de lo que hablan, tienen grandes concocimientos de su trabajo y además, con capaces de reunirse de colaboradores que ayuden a pulir sus debilidades; por lo que pueden dedicarse a potenciar más sus puntos fuertes. El espíritu ganador que tiene y que transmite a su equipo refleja una clara orientación a los resultados. Guardiola es capaz de convertir sus ideas en acciones, aporta energía al grupo y busca tanto su mejora continua como la de su equipo. Se me ocurren dos consecuencias claras de este liderazgo, ambas inciden en el éxito del grupo: la motivación y la formación. Guardiola ha sido capaz de formar a sus jugadores, de hacerlos mejores, de comprometerlos con una ideas y unos valores. Consigue desarrollar más sus fortalezas y además, consigue un estilo de trabajo en el que las debilidades de uno quedan cubiertas por las fortalezas de los demás, por lo que estas debilidades pasan desapercibidas. Guardiola es un gran motivador, consigue alterar las emociones de sus jugadores, la motivación es un estado emocional y él sabe como llegarles a las tripas para provocar siempre un poco más de esfuerzo, de compromiso. Sus videos antes de los partidos son famosos. Me gustaría comentar algo del último que proyectó. Es un video elaborado por Informe Robinson (http://www.as.com/mas-deporte/video/informe-robinson-vida-entregada-montana/dasmas/20100228dasdasmas_2/Ves) que narra el rescate de un montañero español en el Anapurna. En él surgen valores como la solidaridad, compromiso, esfuerzo, compañerismo, sacrificio, amistad, trabajo, equipo, unión… valores que a todos nos gustaría tener en nuestros equipos. Una cosa más de este video que refleja el carácter de Guardiola. Antes de proyectarlo, habló con los familiares del montañero para explicarles lo que quería hacer y pedirles su autorización. Por todo esto y alguna cosa, más, Guardiola es un lider excelente.
Por Aquilino Lousa 25 de abril de 2020
“Houston tenemos un problema”. Esta frase no sólo resume el film de Ron Howard si no que además se ha convertido en uno de los tópicos más empleados, jocosamente o no, ante situaciones problemáticas. Quisiéramos ahora reflexionar sobre algunos aspectos de la película que tienen interés tanto desde el punto de vista de liderazgo como desde el punto de vista de la solución de problemas. En la película hay dos líderes bien definidos, que ambos asumen su papel y sus limitaciones dentro del equipo. Por una parte está Tom Hanks que lidera las acciones dentro de la nave, escucha, toma decisiones y vela por el equilibrio del grupo, por otro lado Ed Harris que asume el mando desde la base de Cabo Cañaberal. Lo primero que llama la atención en Harris es su confianza en que van a superar la situación, confianza que traslada a su equipo y a los tripulantes y que les otorga una gran confianza para resolver una situación tremendamente complicada, “nunca perdimos a nadie y allí arriba y no va a ser ahora”. Está rodeado de los mejores, por eso confía plenamente en su equipo y en sus decisiones; cuando un técnico plantea algo, su postura es de apoyo, aportar recursos y supervisar la ejecución. En los momentos más tensos sigue confiando en su equipo. Dentro del liderazgo de Tom Hanks, queremos resaltar dos aspectos. Poco antes de partir la nave, surgen indicios de que uno de los tripulantes puede estar incubando sarampión; por lo que se platean o aplazar la misión o sustituir al tripulante (todos saben que es la última oportunidad de pisar la luna), cuando Tom Hanks le comunica a su compañero y amigo que no puede volar por el riesgo de que esté enfermo, y este le dice “sé que es mentira, ya pasé el sarampión. Por favor es la última oportunidad, intercede por mi”, su amigo mirándole a los ojos y con voz seria le responde “la decisión fue mía”. ¿Cuántos líderes en lugar de asumir sus decisiones, se dedican a responsabilizar de ellas a terceras personas? En otra escena de la película, se produce una discusión a borde entre los dos tripulantes sobre quien fue el culpable de la avería. Hanks, interviene de nuevo, con rotundidad y contundencia, corta la discusión y exige “centrarse en la solución no en los responsables”. Eso ya se encontrará luego, pero el problema es el que es y hay que resolverlo con independencia de quien lo haya causada. Las responsabilidades se verán luego. Con respecto la solución de problemas hay que destacar varios aspectos. El análisis de las contradicciones; ante cualquier decisión que se toma se analizan cuales pueden ser las consecuencias negativas propias de esa decisión; así, en un momento dado tienen que renunciar al alunizaje y se centran en el retorno a la tierra. Otro aspecto clave es la creatividad, sin ella los problemas serían situaciones irresolubles. La confianza da alas al equipo para trabajar y buscar soluciones y ponerla en marcha. Es muy importante ante un problema, observar los indicadores que avisan de este pero también hay que tener la capacidad de mirar fuera; en otra escena de la películas los tripulantes están observando todos los indicadores de aviso de la nave y se limitan a constatar lo que ven; sólo cuando uno de ellos mira fuera es capaz de ver el verdadero problema y pueden empezar a plantear soluciones. Por todo esto y más, creo que es una magnífica película para reflexionar sobre el liderazgo y la solución de problemas.
Por Aquilino Lousa 25 de abril de 2020
Los profesionales de la salud estamos ampliando nuestro campo de actuación, desde hace ya muchos años, no sólo nos limitamos a “curar” a eliminar síntomas, sino que nuestro reto se amplía a dotar a los pacientes de una mayor calidad de vida. Este nuevo planteamiento, acorde a la definición de salud de la OMS, que concibe ésta como “un estado de bienestar físico, psíquico y social y no sólo la ausencia de síntomas”, nos obliga a esforzarnos por ayudar a nuestros pacientes, clientes o usuarios a ser más felices. En que consiste ese bienestar. Bajo mi punto de vista hay 5 variables claves que constituyen este estado de bienestar: La estimulación positiva: las personas tenemos que tender a realizar actividades que nos resulten placenteras y satisfactorias por el mero hecho de hacerlas: leer un poema, beber una copa de vino, recibir un masaje, ver una película… Es un planteamiento centrado en la búsqueda del placer. Entrega: La segunda clave del bienestar es la entrega, entendida como dedicación a una causa, a una empresa o a una actividad de ocio. La entrega se concibe como un fluir durante el acto en el que no somos conscientes de lo que hacemos, nos dejamos llegar y sólo, al terminar la actividad disfrutamos de lo que hemos hecho. Sentido: El sentido de lo que hacemos es la tercera clave, ¿Para qué hacemos las cosas? O dicho de otro modo ¿Hacemos lo que debemos? Acompañar a un hijo a un parque infantil, nos aportará, a la mayoría de nosotros, poca estimulación positiva y poca entrega, sin embargo nuestro deber de padres hace que esa tarea tenga sentido. Relaciones positivas: Somos animales sociales y necesitamos por lo tanto relacionarnos con otras personas y establecer redes positivas que nos estimulen emocional, intelectual y moralmente. Sin estas relaciones sociales nunca alcanzaremos el estado de bienestar. Logro: la última característica del bienestar es la capacidad de alcanzar metas, de lograr lo que nos proponemos, ya sea esto una gran hazaña o una cuestión más sencilla. Lo importante es proponernos cosas y lograrlas. Sólo desde un estado de bienestar personal, podemos aspirar al cambio y al crecimiento personal. Este esquema es aplicable también al mundo empresarial, así los empresarios que alcanzar el bienestar, son capaces de: Disfrutar de las cuestiones propias de su trabajo, de experimentar estimulaciones positivas asociadas a su actividad empresarial. Entregarse a la actividad laboral y dejarse llevar y fluir con proyectos que después verán su fruto, empresarial y personalmente. Sentido: dotar a su organización de un sentido, una misión más allá que el mero interés por ganar más. Relaciones sociales: establecer redes de contacto social que nos aporten valor personal y empresarial Lograr objetivos, metas y fines que hagan que la dedicación empresarial tenga valor y sentido.
Por Aquilino Lousa 24 de diciembre de 2019
Efecto Jamón ¿Qué es el efecto jamón? Cuantas veces nos vemos enfrentados a situaciones en las que que por haber metido la pata, queremos ocultar ese error y para ello hacemos algo mucho más grave. Tapamos un error con una sucesión de errores que hacen que el problema sea más grave. El origen del nombre viene de una experiencia personal. Un día a mi padre le regalaron un jamón. Cuando llegué a casa y me encontré con esa pata oliendo a gloria su voz fue contundente: "ni tocarlo". No quedaba otra más que obedecer. Hasta que un día, al volver del cole... "papá... mamá... NO había nadie en casa, tan sólo yo, esa pata y ese cuchillo jamonero... la tentación era grande, los jugos gástricos estaban funcionando a tope... Así que lógicamente, me preparo. Total por unas lonchitas quien se va a enterar... El problema es evidente, la primera lonchita fue de 1 cm de grosor, por lo tanto la probabilidad de que me pillasen era alta. No me quedaba otra alternativa que compensar para ver si colaba. Y claro, al querer arreglar, el tajo más grueso por el otro lado, por lo que la avería cada vez era mayor. Al final, dos broncas una desobedecer y otra por estropear el jamón. Así que ya se sabe, si no sabes cortar jamón, que lo corte otro...
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